Tras los incidentes el pasado viernes durante una nueva jornada de protestas de agricultores y ganaderos, esta vez en el Palacio de la Aljafería, sindicatos policiales han puesto el grito en el cielo por el desamparo de los policías de la UIP, Unidad de Intervención Policial, durante «unos hechos de gran tensión y peligrosidad».

Los agentes que impedían el acceso al interior del recinto y varios manifestantes se enzarzaron en una trifulca, según el sindicado SUP, encabezada por unos violentos». Por su parte, los agricultores y ganaderos implicados explican que solo se defendían de golpes y que iban manifestándose «de manera pacífica».

Este sindicato policial que los grupos violentos «ensombrecen sus legítimas reivindicaciones descargando una violencia inusitada contra los agentes de Policía». Hay trece agentes heridos, uno de ellos con una fisura en el cúbito. Los manifestantes denuncian también varios contusionados, con fisuras en manos y golpes en la cabeza.

El SUP denuncia también que durante el tumulto «hay una turba que anima a los violentos a arrojar a los agentes al vacío desde el puente de acceso al emblemático Palacio de la Aljafería». Explican desde este sindicato que los agentes de la UIP son sometidos al escrutinio diario de su labor «para ser acusados en unas ocasiones de brutalidad y en otras de laxitud».

Por su parte, el sindicato policial JUPOL califica de inadmisibles las agresiones a policías sufridas en Zaragoza. Exigen una condena firme de los hechos y pide que se depuren las
responsabilidades ya que consideran que «no había órdenes claras encaminadas a evitar riesgos para los agentes».

PODRÍA HABER SUCEDIDO UNA TRAGEDIA

Loa manifestantes aseguran que solo iban a entregar un manifiesto a los diputados aragoneses y que la reacción ha sido desmedida. JUPOL insiste que se ha generado una situación muy peligrosa, tanto para agentes como manifestantes, que podrían haberse precipitado a un foso demás de cinco metros de profundidad.

Desde esta organización sindical aseguran que esta situación vuelve a poner de manifiesto la necesidad de declarar a la Policía Nacional profesión de riesgo ante la continuada situación de inseguridad a la que se enfrentan día a día los agentes.

Han denunciado también la falta de contundencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska en el apoyo a los policías, a los que, dicen, «nuevamente deja abandonados ante los ataques que sufren en las calles durante manifestaciones violentas».