El hombre, de 34 años, tenía orden de búsqueda y captura de varios juzgados de Zaragoza. En total, le constaban nueve requisitorias judiciales en vigor, la mayoría por delitos contra el patrimonio.

Sucedió el pasado jueves 21 de marzo, cuando agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito de Arrabal y del Grupo Operativo de Respuesta de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana lo detenían tras dar con él en un control.

Los agentes habían montado un dispositivo nocturno en las inmediaciones del puente de Las Fuentes. El objetivo era la prevención de Robos con Fuerza en Trasteros y en Establecimientos.

Pararon un vehículo en el que viajaban dos varones, por lo que procedieron a identificarlos. El conductor del vehículo resultó ser un hombre al que le constaban varias reseñas por delitos contra el patrimonio, mientras que el copiloto viajaba indocumentado.

Los policías le preguntaron por sus datos e insistieron en que se identificara de alguna forma. Al final les dio los datos y un lugar de residencia y fue reconocido por los agentes de la Comisaría del Distrito de Arrabal.

LA POLICÍA LO CONOCÍA BIEN

Estos policías reconocieron a este hombre sin ningún género de dudas. Se trataba, según los agentes, de un individuo al que conocían muy bien. Le constaban nada más y nada menos que nueve requisitorias judiciales en vigor, cinco de ellas para su ingreso en prisión.

Este fugado había sido buscado por este Grupo policial durante los dos últimos años, al ser el autor de varios robos en la capital aragonesa. El detenido, sabiéndose buscado por la Justicia y por los Cuerpos Policiales, se había escondido en un piso del que no salía.

Cuando salía del lugar en el que permanecía escondido lo hacía indocumentado, y si detenido por policías, les decía la filiación de un familiar, con el que el detenido guarda un gran parecido físico. El delincuente ya se encuentra en prisión.