La Guardia Civil de Navarra ha logrado un importante avance en la lucha contra el crimen organizado con la desarticulación de un grupo criminal especializado en hurtos en entidades bancarias. La operación, que ha culminado tras más de dos años de investigación por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Navarra, ha resultado en la detención de cuatro personas, dos de las cuales utilizaban identidades falsas para abrir cuentas bancarias donde depositaban el dinero sustraído.

Este operativo destaca la efectividad de la Guardia Civil en la lucha contra el crimen organizado y su compromiso con la seguridad pública, así como una meticulosa investigación y la cooperación interdepartamental han sido clave para desmantelar un grupo que representaba una seria amenaza para la seguridad de las entidades bancarias y la confianza del público en el sistema financiero.

El grupo, compuesto por una mujer y tres hombres, se había destacado por su actividad criminal no solo en Navarra, sino también en varias comunidades autónomas españolas, incluyendo Madrid, Cantabria, Galicia, Comunidad Valenciana y Aragón. Su primer hurto consumado en Navarra tuvo lugar en 2021 en una entidad de la merindad de Estella, donde lograron sustraer 22.150 euros.

ASÍ ROBABAN BANCOS

El modus operandi del grupo era meticuloso y consistente. Accedían a la entidad bancaria y realizaban una vigilancia detallada de los empleados. Uno de los miembros del grupo sacaba una cartera y arrojaba billetes al suelo en el cajero, distrayendo al empleado de su puesto de trabajo, momento que era aprovechado por otro integrante para sustraer dinero del cajón de la oficina.

Gracias a un exhaustivo análisis de imágenes de seguridad, toma de huellas y declaraciones de testigos, los investigadores pudieron identificar a los miembros del grupo. A estos se les investiga por tres delitos de hurto (dos en grado de tentativa), pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales, y a dos de ellos por falsedad documental.

El caso sigue abierto, y se espera que las detenciones y la desarticulación del grupo disuadan a otros de cometer delitos similares, reforzando la seguridad y el orden público en la región.