«La joven, 24 años de edad, se disponía a abrir el portal de su domicilio en Zaragoza, cuando un hombre la abordó desde atrás, sujetándola por el cuello y empujándola contra una pared, introduciéndole al mismo tiempo, con evidente ánimo libidinoso, por debajo de su vestido, dos dedos dentro de la vagina«, describe el texto judicial en el capítulo de hechos probados.

La joven consiguió darse la vuelta y empujar al presunto agresor mientras gritaba. Dicha reacción consiguió que el presunto agresor saliese del portal, momento en el que la víctima subió a su casa y llamó a la policía.

La chica, con lesiones leves en la vulva y en la vagina, dio una descripción detallada de su agresor, datos suficientes para que unos minutos después lo localizaran en un banco, sentado y tranquilo frente a una discoteca en la calle San Juan Bosco.

Cuando uno de los policías se dirigió a él para identificarle, el hombre reaccionó de forma agresiva, «propinándole un empujón y un codazo» al agente, y echándose a correr por la calle. El policía que había ido a identificarlo corrió tras él, al igual que dos agentes de Policía Local de Zaragoza que se encontraban en las inmediaciones.

Fueron estos últimos quienes lo localizaron en uno de los patios de luces del Centro de Salud Delicias Sur. Los policías le invitaron a saltar la tapia para salir del patio y entregarse, ya que era la única salida y estaba acorralado.

El hombre saltó y comenzó a pegar patadas y puñetazos a los policías, rompiendo el pantalón a uno de ellos. El detenido es de nacionalidad colombiana y se encuentra en situación irregular en España.

7 AÑOS POR AGRESIÓN SEXUAL Y 7 MESES POR ATENTADO

Esta mañana será juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza saliendo de prisión para asistir a la vista ya que lleva en preventivo desde que sucedieron los hechos por riesgo de fuga.

Por un delito de agresión sexual se enfrenta a 7 años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 200 de la víctima, su domicilio o cualquier otro lugar frecuentado por ella, además de no poder llamarla durante 8 años.

En caso de ser condenado, una vez cumplida la pena privativa de libertad, el procesado deberá someterse a la medida de libertad vigilada por tiempo de 5 años. Además, por un delito de resistencia a agentes de la autoridad, podría hacer frente a otra condena de 7 meses de prisión.