En una era marcada por la digitalización y la innovación tecnológica, el uso del dinero en efectivo está experimentando un declive notable entre una gran parte de la población. Con la proliferación de las tarjetas de crédito y las opciones de pago móvil, como Bizum, llevar dinero físico se ha vuelto cada vez menos necesario en la vida cotidiana. Sin embargo, ¿qué ventajas y desventajas conlleva mantener efectivo en casa en este contexto cambiante?

Para los sectores de la población menos familiarizados con las tecnologías, como los ancianos, el dinero en efectivo sigue siendo una opción preferida. La posibilidad de enfrentar emergencias repentinas o fallos tecnológicos que podrían impedir el acceso inmediato a fondos, hace que tener una reserva de efectivo en casa sea una medida sensata.

VENTAJAS DEL DINERO EN EFECTIVO

Entre las ventajas de mantener efectivo en casa se encuentra la capacidad de llevar un registro más preciso de los gastos diarios, algo que a menudo se pierde al depender exclusivamente de métodos de pago electrónicos. Además, proporciona una sensación de seguridad y autonomía financiera al no depender completamente de sistemas digitales.

DESVENTAJAS

Sin embargo, eso no es todo, porque no en la totalidad de los casos esto es beneficioso. El dinero en efectivo no genera intereses ni rendimientos, a diferencia de las cuentas de ahorro que ofrecen cierta rentabilidad. En un entorno de inflación constante y fluctuaciones en el mercado, tener fondos inmovilizados en casa podría significar una pérdida de valor con el tiempo.

Por otro lado, existe una preocupación legal relacionada con el blanqueo de capitales y la economía sumergida. Aunque no hay un límite legal para la cantidad de efectivo que se puede almacenar, cantidades significativas podrían atraer la atención de las autoridades. Además, la Ley establece límites claros para la cantidad de efectivo que se puede transportar fuera del hogar o del país sin declararlo.

En España, la Ley 10/2010 establece un límite de 100.000 euros para el transporte de efectivo, tanto dentro como fuera del territorio nacional. Cualquier cantidad que exceda este límite debe ser declarada a la Agencia Tributaria. Además, los pagos en efectivo superiores a 1.000 euros están sujetos a regulaciones estrictas.

Mientras que el dinero en efectivo en casa puede proporcionar seguridad y flexibilidad, también plantea desafíos legales y financieros. Encontrar un equilibrio entre la conveniencia de los métodos de pago electrónicos y la precaución de mantener efectivo físico es clave.