Aragón puede presumir de muchas cosas, entre ellas de ser un gran productor de frutas no solo dentro de nuestro país, sino también de cara al exterior. Entre estas destaca la producción de cinco frutas que actualmente se llevan la corona como las mejores delicias que se cultivan en nuestra tierra.
La cereza encabeza la lista, siendo Aragón el líder en producción nacional, con un 33% de la producción y 32.200 toneladas de cerezas. Su producción predomina en la zona de Calatayud, Valdejalón, Ribera Baja del Ebro y sus alrededores, donde la temporada de cerezas empieza en primavera y se alarga hasta mediados del verano. Estas delicadas frutas de intenso color son bombas de vitaminas y antioxidantes que otorgan energía para la primavera.
Quizá una de nuestras frutas más reconocidas sea el Melocotón de Calanda, el único que cuenta con una Denominación de Origen Protegida (DOP), y es que su tamaño y su sabor no dejan indiferente a ningún paladar. Aunque su momento óptimo es a finales de verano, se pueden disfrutar desde finales de la primavera hasta principios de otoño.
Otro de los manjares que nos da nuestra tierra son las manzanas. Con ese dulzor y frescura que las caracteriza, las encuentras durante todo el año, ideal para picotear cuando te apetezca algo rico y saludable. Aragón se lleva un 15,2% de la producción nacional se cultiva en nuestra región.
El albaricoque por su parte concentra un 20% de la producción nacional. El Bajo Aragón y Calatayud son las tierras que alimentan este fruto que destaca por su intenso sabor que endulza muchas de las recetas típicas del verano.
Por último, las ciruelas, que son esenciales en el mundo de las frutas de hueso. Aquí en Aragón se produce en grandes cantidades, con una calidad suprema. La temporada de las ciruelas va desde finales de primavera hasta principios de otoño, dejándonos muchos meses para poder disfrutarlas.
En Mercazaragoza están súper comprometidos con los productos de nuestra tierra, por lo que te invitan a disfrutar del auténtico sabor de Aragón en su comercio detallista. Es hora de sacar pecho y disfrutar de lo que nuestra tierra tiene para ofrecer. ¡Nos vemos en el paraíso frutal!