Una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa es comer bacalao y HOY ARAGÓN, de la mano de Martín Martín, da a conocer el porqué de esta tradición, así como consejos para disfrutar del mejor bacalao durante estos días.

El origen del bacalao salado era garantizar su conservación y que en los lugares sin mar se pudiera comer pescado. Por eso se popularizó su consumo en la Cuaresma y Semana Santa, con la prohibición de comer carne, al poder conservarlo sin que se estropease.

De hecho, el bacalao salado es una forma cómoda de tener pescado fresco en casa. Se puede mantener en la nevera varios meses y desalarlo cuando se necesite. La textura y sabor intenso que adquiere el bacalao al salarlo ha desarrollado toda una cultura gastronómica en torno a él, convirtiéndose en uno de los pescados más apreciados.

«Todas estas características las tiene el bacalao auténtico y la mejor forma de distinguirlo es observando las pequeñas motas blancas en la piel de color grisáceo. Además, el color de su carne es ligeramente céreo. Debemos desconfiar del supuesto bacalao demasiado blanco», explican desde Martín Martín, en cuyos establecimientos se puede encontrar bacalao auténtico de Islandia.

CÓMO SE DESALA EL BACALAO

El desalado del bacalao es un proceso de unas 48 horas que se debe realizar en un recipiente con agua fría, dentro de la nevera con la piel hacia arriba y siempre piezas del mismo grosor, cambiando el agua cada 8-12 horas hasta que quede con el punto de sal que nos guste.

En cuanto al cocinado hay infinidad de recetas, desde tortilla de bacalao, croquetas o bacalao al ajoarriero si utilizamos bacalao desmigado, y si utilizamos lomos, podemos hacerlo a la vizcaína con carne de pimiento choricero, bacalao con tomate o el famoso bacalao al pil-pil cuya cremosa salsa hay un truco para conseguirla, que consiste en ir moviendo con un colador la gelatina que suelta la piel del bacalao.

Y en estos días tampoco puede faltar la limonada, que es una bebida tradicional realizada a partir de vino, frutas variadas, azúcar y canela cuyo origen está situado en el reino de León durante la Edad Media, donde las autoridades recomendaban a las tabernas rebajar el vino para evitar borracheras que provocaran las peleas entre cristianos y judíos durante la Semana Santa.

Además del bacalao y de la limonada, Martín Martín recomienda degustar estos días torrijas y buñuelos como los que elaboran en su obrador artesano. Y, para quienes quieran disfrutar de las numerosas procesiones de estos días y estar informados, todavía están disponibles los calendarios de bolsillo de procesiones de Zaragoza en las tiendas Martín Martín. En ellos aparece toda la programación para aprovechar al máximo esta Semana Santa.