Entre el 25 de julio y el 16 de noviembre de 1938, se libró la Batalla del Ebro, la más extensa y sangrienta de la Guerra Civil Española. Este conflicto dejó cicatrices imborrables, siendo Corbera d’Ebre un testigo tangible de la devastación, donde el Poble Vell, aún en ruinas, narra su historia.

Corbera d’Ebre, en Tarragona, destaca por su ubicación a más de 300 metros de altitud en el valle del río Sec. El Poble Vell, conservado en su estado de destrucción original, ha sido declarado Bien de Interés Cultural, recordando la crudeza de la contienda.

El actual pueblo, a los pies del originario, hace del Poble Vell una visita obligada. La iglesia parroquial de Sant Pere, del siglo XVIII, se erige como una de las pocas estructuras en pie. Además, la capilla de Calvari y la ermita de Santa Madrona son vestigios que cuentan la historia del lugar.

Corbera d’Ebre no solo es un museo al aire libre, sino el punto de partida de una ruta que recorre los escenarios de la Batalla del Ebro. La ruta, que se extiende por La Fatarella, Vilalba dels Arcs y El Pinell de Brai, ofrece una mezcla única de historia y naturaleza, ideal para los amantes del senderismo.

El conflicto no es la única marca en la historia de Corbera d’Ebre. Desde un antiguo poblado ibérico hasta el castillo en el siglo XII, pasando por las guerras contra Juan II, los Segadores, la Guerra de Sucesión y la primera guerra carlista, el pueblo ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de los años.

A pesar de las adversidades, Corbera d’Ebre persiste, invitando a los viajeros a explorar sus calles abandonadas, aprender en el centro de interpretación 115 Dies y sumergirse en una historia que va más allá de la Batalla del Ebro.