Aragón está magníficamente situado para hacer escapadas de interés a pueblos y ciudades que están a menos de tres horas. Desde Pau en el sur de Francia, a San Sebastián en el País Vasco, pasando por Peñíscola en la provincia de Castellón. Mirando hacia el interior, una vez traspasado el Moncayo y tras atravesar la siempre atractiva Tarazona, nos espera en Soria la villa medieval de El Burgo de Osma.

Esta villa, miembro de la asociación de los Pueblos más bonitos de España desde este mismo año, tiene como gran reclamo a su catedral, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Su imponente silueta, con la impresionante torre barroca, es un como un reclamo cuando la ves aparecer al fondo entre los campos sorianos.

LA CATEDRAL DE SANTA MARÍA, EL PRINCIPAL RECLAMO DE EL BURGO DE OSMA

La catedral es de origen románica, hundiendo sus orígenes en el siglo XII. Ya en época visigoda, existía en esta villa un obispo, que tuvo que huir a las montañas del norte tras la invasión musulmana. De hecho, la existencia de la Diócesis está documentada desde el año 597. Y en tierras astures se mantuvo el obispado de Osma durante su exilio, hasta que con la Reconquista, la sede episcopal volvió a estas tierras.

La nueva catedral se construyó en el Burgo, un arrabal de la ciudad original. Y fue levantada en estilo románico. Y en el segundo tercio del siglo XIII, se iniciaron obras para transformar el edificio en la gran catedral gótica que podemos contemplar hoy, siguiendo el esquema de las iglesias monacales cistercienses de las Huelgas de Burgos o de Santa María de Huerta en Soria. En los siglos posteriores se añadieron capillas laterales, y en el siglo XVIII se eliminaron un par de capillas para ejecutar la girola que circunda el ábside la catedral. El claustro románico se sustituyó por el actual en el siglo XVI, con sus elegantes tracerías tardogóticas.

Durante el barroco se construyó la torre que domina la villa y que se ha convertido en uno de sus símbolos. Desde el interior de la catedral es posible subir a lo alto de la torre para ver de cerca las campanas y contemplar el caserío y los campos que rodean la villa.

MÁS ALLÁ DE LA CATEDRAL

La villa tiene una gran riqueza patrimonial / Ayto. de El Burgo de Osma

Aunque su mayor reclamo es la catedral, El Burgo de Osma tiene mucho más que ofrecer, tanto a nivel cultural como gastronómico. Esta villa medieval amurallada tiene un coqueto casco histórico en el que destacan sus plazas y calles con soportales. La plaza de San Pedro, o la Plaza Mayor (presidida por el ayuntamiento y por el Hospital de San Agustín), son dos de los puntos imprescindibles para visitar en nuestro paseo por el casco antiguo de la villa, declarado conjunto histórico artístico desde 1993.

La calle Mayor, también porticada, está repleta de tiendas, bares y restaurantes. Entre las tiendas, encontrarás carnicerías y tiendas de alimentación y recuerdos donde podrás comprar algunos de los alimentos típicos de Soria.

Cerca de la catedral nos encontramos con el palacio del Obispado de Osma-Soria, un edificio renacentista que sorprende por las formas de sus puertas y ventanas. También hay que visitar el Seminario de Santo Domingo de Guzmán, un edificio levantado por el confesor del rey Carlos III siguiendo planos de Sabatini y que guarda una biblioteca de unos 12.000 volúmenes, entre ellos varios incunables, o la iglesia del Carmen (siglo XVI) y la Universidad de Santa Catalina (del siglo XVI).

Precisamente en la antigua Universidad de Santa Catalina abre sus puertas el Castillo Termal Burgo de Osma, el primer hotel termal de la provincia de Soria. Su antiguo claustro renacentista ha sido cerrado por una gran cúpula acristalada, y tiene un gastrobar, La Universidad, y un restaurante, Argaela, parada obligatoria para los amigos del buen comer. En la zona wellness destaca sin duda un área en la que se ha recreado la arquitectura de uno de los secretos mejor guardados de la provincia de Soria, la ermita de San Baudelio de Berlanga, una ermita que destaca por una gran columna central en forma de palmera y que está considerada la capilla Sixtina del arte románico castellanoleonés gracias a sus pinturas.

Un paseo por las viejas murallas, con la imponente catedral de fondo, es otro de los paseos imprescindibles por la ciudad, al igual que lo es la visita al Castillo de Osma, una fortificación de los siglos X, XI y XVIII que ofrece unas vistas espectaculares de la localidad.

DÓNDE COMER EN EL BURGO DE OSMA

Las carnes son un clásico en la gastronomía de El Burgo de Osma / Casa Marcelino

La gastronomía de El Burgo de Osma está marcada por los productos y platos típicos de Soria. Legumbres, alubias, hongos como los níscalos o las setas de cardo, asados de cordero, y por supuesto, productos de matanza, y torreznos, hiper presentes en cualquier rincón de la villa. Además de la oferta de restauración del ya mencionado Castillo Termal Burgo de Osma, en el casco histórico de la localidad encontramos una amplia oferta gastro. Entre los imprescindibles, encontramos direcciones como la parrilla asador Casa Marcelino (calle Mayor 77), o el restaurante Virrey Palafox (calle Universidad, 7), un clásico en la villa desde su fundación en los primeros años de la década de los setenta. 

Para tapear, podemos visitar Arevacos (Calle Mayor 49), donde entre torreznos y tapas variadas, sirven un caldo para tomar en barra que es pura delicia ahora que estamos en invierno. Tampoco hay que perderse el Mesón El Círculo (calle Mayor 46), considerado una de las mecas del torrezno en esta localidad. Basta decir que cada fin de semana se sirven más de 200 kilos de este producto.