La sostenibilidad es una hoja de ruta, un camino marcado por unos hitos que las empresas tienen que ir cumpliendo para llegar al objetivo final: conseguir ser lo más sostenibles posibles con la actividad que realizan y llegar a los objetivos de la agenda 2030.

Pero estos objetivos implican no solo a las empresas públicas y privadas, sino que en muchas ocasiones es una colaboración entre el tejido empresarial y la ciudadanía para que la inversión de las empresas y la apuesta que hacen en favor de la sostenibilidad obtenga sus frutos.

Para hablar de estos objetivos y de los retos de las empresas en materia de sostenibilidad, HOY ARAGÓN organiza una mesa de debate en la que participan Javier García de ARPA, Tatiana Gaudes, consejera de Medioambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Guillermo Ríos, director de Avanza y Joaquín Jiménez, director de FCC en Aragón.

LA SOSTENIBILIDAD AUMENTA LA COMPETITIVIDAD

La sostenibilidad es una de las razones de ser de la actividad de Arpa, la empresa aragonesa que lleva 50 años dedicada a la construcción de equipos móviles de campaña en zonas sin infraestructura. La energía de autoconsumo, le gestión de residuos, la creación de hidrógeno y el tratamiento de aguas complejas son algunos de los puntos fuertes de la empresa.

Parte de esa apuesta por estos procesos sostenibles es porque en Arpa creen que «ser una empresa sostenible incrementa la competitividad y la eficiencia», comenta Javier García. Adoptar estas soluciones sostenibles permite producir más utilizando menos recursos. «Estamos tomando medidas para adoptar la circularidad y la auto sostenibilidad energética para reducir la dependencia de agentes externos y que no nos impacten tanto las fluctuaciones en nuestros costes», explica García sobre algunos puntos del Plan Estratégico de Arpa. 

El hidrógeno verde es una de las apuestas más fuertes que están haciendo en la actualidad ya que, en colaboración con otras empresas, Arpa trabaja en implementar las primeras hidrolineras de España. A día de hoy son capaces de generar el hidrógeno con el excedente de energía de placas solares, almacenarlo y dispensarlo, y gracias ello están en marcha por la ciudad los autobuses lanzadera que llegan al aeropuerto de Zaragoza, movidos por hidrógeno verde.

Tatiana Gaudes opina que la apuesta de la innovación por el hidrógeno y por el almacenamiento de energía solar y eólica marcarán la «tendencia». Respecto a la ciudad de Zaragoza cree que «estamos muy bien posicionados, tenemos empresas que están apostando por ese tipo de energía y también se tiene que apostar a nivel nacional para que se investigue y se desarrolle lo antes posible, porque solo así las empresas conseguirán dar con las soluciones».

La empresa FCC lleva la palabra medio ambiente en su nombre, por lo que la sostenibilidad es también la base de sus operaciones y, como expresa Joaquín Jiménez, «no es algo que haya que cumplir, es que es algo prioritario». Muy ligados a la ciudad de Zaragoza, con su trabajo hacen una ciudad más limpia y más sostenible, colaborando también en la gestión de los residuos de la ciudad.

Está de última actualidad la implantación de los contenedores orgánicos (de color marrón), que se pusieron de prueba el pasado 1 de abril y que hasta septiembre se irán implantando en diferentes barrios de la ciudad. Este ha supuesto un paso más hacia la correcta gestión de los residuos, pero implica directamente al ciudadano, que tiene el reto de aprender a gestionarlos. «Es necesario concienciar al ciudadano de que tiene que colaborar y que sepa cómo hacerlo», comenta Joaquín Jiménez.

Uno de los retos más grandes que encuentran FCC y la mayoría de las empresas a la hora de implementar la sostenibilidad en sus actividades es que sea sostenible económicamente. Por ello el foco de FCC actualmente se centra en «optimizar los servicios para gastar los mínimos recursos posibles como las fuentes de energía o el uso del agua en las actividades de limpieza», detalla Jiménez sobre sus planes medioambientales.

LA APUESTA DE LA CIUDAD DE ZARAGOZA

La apuesta de Zaragoza por posicionarse como una de las 100 ciudades europeas climáticamente neutras ha hecho que el Ayuntamiento implemente muchas acciones con la finalidad de conseguir entornos urbanos más saludables para la ciudadanía y que respondan a los parámetros de ciudad sostenible.

Electrificar el transporte público, cumplir con las directivas europeas en materia de descarbonización, impulsar la rehabilitación energética de viviendas, o mejorar los procesos de gestión de residuos son algunas de las acciones que se están llevando a cabo. Pero en estos procesos, los ciudadanos están muy implicados en el resultado.

Uno de los campos en los que se está trabajando es hacia una movilidad más sostenible, que reduce considerablemente las emisiones contaminantes en la ciudad. «Con todo el abanico de opciones que tiene el ciudadano en cuanto a sistemas de movilidad hacemos que la movilidad sostenible supere al vehículo privado», comenta la consejera.

Para ello, además de la buena red de transporte público que tiene la ciudad de Zaragoza, desde el ayuntamiento trabajan en «traer todos los elementos de movilidad sostenibles posibles para que se prueben en la ciudad y los propios zaragozanos decidan qué medio quieren quedarse».

Por su parte, Avanza está muy implicado en la consecución del objetivo de reducir las emisiones de la ciudad, por lo que su gran reto es la electrificación de su flota. «Lo más interesante del transporte público es que si crece en viajeros y resulta atractivo el impacto para el conjunto de la ciudad es menor a todos los niveles, tanto en emisiones globales como locales», detalla Guillermo Ríos.

Pero su gran inversión en electrificar la flota tiene que ir de la mano con que los ciudadanos elijan el autobús como su principal medio de movilidad urbana. Por ello el mayor reto de la compañía es «ser atractivos y dar el mejor servicio posible, de modo seamos la opción número uno que elijan los ciudadanos en sus desplazamientos», apunta Ríos.

En definitiva, hacer de Zaragoza una ciudad mejor tiene que ver con el colectivo general, que abarca desde las instituciones, hasta las empresas, acabando por los ciudadanos, y entender que «nuestras acciones individuales determinan nuestro entorno, por lo tanto cuanto más aportemos en nuestras acciones mejor entorno tendremos», finaliza el director de Avanza.