Lejos quedan aquellos veranos en los que las vacaciones eran largas y extensas, y las ciudades se quedaban vacías. Ahora, se nota que baja el ritmo de la vida, pero son mayoría los que se van de vacaciones una o dos semanas, y pasan el resto del verano en sus casas. Al margen de hacer escapadas a lugares cercanos como la Costa Dorada, la Costa Brava, a pueblos de Teruel como Mora de Rubielos, o a cualquiera de los valles del Pirineo Aragonés, también es posible hacer planes divertidos en la capital aragonesa.

Hoy te proponemos un planning para hacer un sábado cualquiera en Zaragoza si te quedas en Zaragoza en verano. Un planning ideal para disfrutar del verano sin salir de la ciudad, y que incluye desayuno, aperitivo, comida y cena… ¿Comenzamos?

Lo mejor para empezar el día es tomar un rico desayuno / Doña Hipólita

No hay nada como empezar el día con un buen desayuno… Y en Zaragoza, por suerte, tenemos múltiples lugares para desayunar rico y bien ¿Nuestra propuesta? Comenzar el día en el Doña Hipólita de la plaza de San Felipe. Nos encanta sentarnos en su interior disfrutando de su decoración vintage, o en su terraza a primeras horas de la mañana mientras contemplamos la fachada y los caballos del Museo Pablo Gargallo, la iglesia de San Felipe o el Torreón Fortea.

Las croquetas, un clásico del aperitivo / Melí del Tubo

Tras dar un paseo por el casco histórico, ver alguna expo o hacer unas compras, podemos tomar el aperitivo. Si estamos todavía por el Casco Histórico, podemos acercarnos al Melí del Tubo ( Libertad, 12). Allí, junto con un vino blanco fresquito y en un ambiente moderno y con una deco cuidada, podemos encontrar tapas y raciones creativas. El Cave Ovum, saquito crujiente relleno de setas, bacon y huevo sobre carbonara de torrezno, su mix de croquetas o el Pan dulce artesano de Leciñena con tomate natural, champiñón y panceta de guijuelo, son ideales para tomar antes de tomar un tentempié antes de comer.

Esta tapa fue premiada en Madrid Fusión / La Clandestina

Para comer, desde el Tubo podemos acercarnos hasta La Clandestina para disfrutar en este café restaurante de las delicias de la chef Susana Casanova. Desde la galardonada tapa Cruz de Navajas a propuestas como el carpaccio de gamba roja, la ensalada de burrata y tomate rosa, las canicas de Ternasco o los huevos clandestina, entre otras muchas opciones.

En Moonglight Experimental Bar tienen cócteles diferentes / L’omelette

De La Clandestina, podemos ir a Moonlight Experimental Bar (plaza de San Pedro Nolasco, 2), para disfrutrar del tardeo con uno de los mejores cócteles de la ciudad. En este local, recientemente galardonado por tener la mejor carta de cócteles de España, lo mejor es dejarse llevar por la experiencia y la originalidad de los cócteles, y de sus espectaculares presentaciones.

Duquesa de patata a la importancia en salsa verde con borrajas / Origen 1952

Para cenar, nuestra propuesta es acercarnos hasta Origen 1952. En el número 6 del paseo de la Constitución abre sus puertas este restaurante a cuyo frente se encuentra Leticia Gil que cuenta con una coqueta terraza jardín escondida del bullicio urbano por unos olivos, y en la que además de cenar, podrás disfrutar de unos combinados en la barra que han instalado in situ para prepararlos delante del cliente.

En la carta, destacan las recetas elaboradas con ingredientes de la huerta, como la duquesa de patata a la importancia en salsa verde con borrajas (os aseguramos que es una auténtica maravilla), o los pimientos de cristal asados a la leña con huevo. Tampoco hay que perderse delicias como el canelón de pasta fresca relleno de longaniza de Graus con salsa de foie, el tataki de solomillo de bellota macerado con boniato o las albóndigas de toro. De postre, un tiramisú, con menos capas que los que podemos ver en otros restaurantes, entra súper bien ahora en verano.

Y si te has quedado con ganas de más, y aprovechando que el sol ha caído y que el calor seguramente ha dejado de apretar, nada mejor que trasladarse hasta la ribera del Ebro para tomarse una copa en Le Pastis, la terraza con vistas al Puente de Hierro y con el Pilar y la Seo de fondo. Una forma fantástica para poner el punto y final a un sábado de verano a orillas del Ebro.