En la última década, Aragón se ha convertido en un destino clave para más de 650 empresas que han reubicado sus sedes desde Cataluña, superando en tres veces a las que han realizado el movimiento contrario.

Este éxodo empresarial hacia Aragón se intensificó debido a las tensiones políticas en Cataluña, particularmente tras el polémico referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017. Durante el año del ‘procés’, liderado por Carles Puigdemont, un total de 1.863 empresas catalanas optaron por trasladarse a otras regiones españolas, contrastando con las 546 que eligieron establecerse en Cataluña.

A pesar de una reciente disminución en la tendencia de reubicación, expertos del sector indican que la situación parece irreversible y las empresas que se han asentado en Aragón no tienen planes de regresar a Cataluña. De hecho, en los últimos ocho años y medio, Aragón ha acogido a 657 compañías de Cataluña, con una concentración particularmente alta (336 empresas) en los años 2017 y 2018, durante el pico de la crisis política.

De hecho, varias de las empresas afincadas en Aragón tras dejar Cataluña aseguran a HOY ARAGÓN que la propuesta de Junts de volver a tierras catalanas como imposición es un «chantaje«. Y añaden que la decisión tomada está más que sujeta a criterios legales y obligar por parte del Gobierno de España a una vuelta a Cataluña supondría un «desastre jurídico y económico».

Entre las empresas más destacadas que han elegido Aragón como su nuevo hogar están Asgral Trade SL de Gerona, Alquileres Modernos SL de Tarragona y Fergu 47, también de Tarragona. Además, firmas como Autim Systems de Barcelona, Paidotribo de Badalona y Aitosecos, que se trasladó de Aitona en Lérida a Fayón en Zaragoza, se han sumado a este movimiento. Empresas de renombre como MGS Seguros, Pangaea Oncology y Laboratorios Ordesa también han preferido Aragón para sus operaciones.

Este fenómeno no se debe únicamente al clima político en Cataluña. Las empresas también señalan la complejidad burocrática en Cataluña en contraste con la mayor facilidad administrativa en Aragón, según un estudio de la Universidad de Lérida y la Pompeu Fabra.

La consecuencia de este traslado masivo es una pérdida neta de 1.317 empresas para Cataluña en los últimos seis años, con un impacto económico significativo, ya que más de 8.000 empresas han abandonado la región, representando ventas por encima de los 56.000 millones de euros. Empresas pertenecientes al Ibex 35, incluyendo sectores bancarios, textiles y biofarmacéuticos, se han reubicado principalmente en Madrid, aunque algunas optaron por Valencia o Aragón.

El Gobierno aragonés, liderado por Jorge Azcón, ha expresado firmemente su intención de proteger a estas empresas, incluso contemplando acciones legales contra el Gobierno de España. Asimismo, el presidente valenciano Carlos Mazón ha garantizado la estabilidad de empresas como CaixaBank y Sabadell en la Comunidad Valenciana.

El Gobierno de Aragón ha declarado su compromiso de ser un escudo y apoyo para las empresas establecidas en su territorio, reafirmando su postura en contra de cualquier medida del Gobierno central que pudiera afectar la libertad empresarial.