El partido de este sábado frente al Real Valladolid podría terminar con una nueva destitución en el Real Zaragoza, en esta ocasión la de Julio Velázquez, que no ha podido darle la vuelta a la pésima dinámica de resultados de la escuadra aragonesa. 

El cese de Velázquez no será una noticia sorprendente, pues el conjunto aragonés, desde su descenso a Segunda División, no ha encontrado estabilidad para su banquillo. La estancia del Real Zaragoza en la segunda categoría del fútbol español está marcada por esa dificultad para encontrar un técnico de garantías, algo común con el club en manos de Agapito Iglesias, César Alierta o Jorge Mas

Desde el descenso en la temporada 2012/2013 con Manolo Jiménez, el conjunto maño ha tenido 17 entrenadores. Comenzó Paco Herrera el periplo zaragocista en segunda división, pasando por Víctor Muñoz, Ranko Popovic, Lluis Carreras, Luis Milla, Raúl Agné, César Lainez, Natxo González, Imanol Idiákez, Lucas Alcaraz, Víctor Fernández, Rubén Baraja, Iván Martínez, JIM, Juan Carlos Carcedo, Fran Escribá y Julio Velázquez. 

La actual propiedad, presidida por Jorge Mas, va camino de su cuarto entrenador. El proyecto comenzó con la llegada de Carcedo a pesar del gran papel que hizo JIM cómo entrenador zaragocista. 

No funcionó lo de Carcedo y el conjunto aragonés apostó por Fran Escribá, tras una larga reunión entre Sanllehí y el valenciano, en la que el rector zaragocista quedó convencido de que podía ser el entrenador que devolvería al Real Zaragoza a la máxima categoría del fútbol español. 

Tampoco salió bien lo de Escribá a pesar del gran arranque de temporada y el club decidió cesarlo. Ya con Juan Carlos Cordero, el director deportivo firmó a un Julio Velázquez que llegaba a la capital aragonesa tras varias aventuras en el extranjero y con el objetivo de cambiar la dinámica de resultados, algo que, por el momento, no ha logrado.