Quedar para disfrutar de una cerveza es una de las principales aficiones de los españoles, quienes convierten esta bebida en el epicentro de una ceremonia especial que culmina en conversaciones compartidas y recuerdos duraderos. A nivel mundial, la cerveza es la bebida alcohólica más popular, con un consumo anual de alrededor de 200.000 millones de litros, y los españoles consumen en promedio unos 52 litros al año, según datos de Cerveceros de España.

Este uso casi social de la cerveza conlleva a que en algunas ocasiones muchas personas pierdan de vista el hecho de que se trata de una bebida alcohólica y que su abuso no es recomendable. Existe una diferencia significativa entre un consumo moderado de cerveza, que puede tener efectos beneficiosos para la salud, y la necesidad de consumirla a diario, incluso en cantidades excesivas.

En cuanto a la pregunta de cuántas cervezas al día se considera alcoholismo, el estudio «Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad cardiovascular», realizado por el Hospital Clínic, las Universidades de Barcelona y Málaga, y el Instituto de Salud Carlos III, señala que el consumo moderado de cerveza puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular y en la regulación de la insulina.

Sin embargo, superar esa fina línea de moderación es algo común, especialmente dado que el consumo diario de cerveza es bastante frecuente en España, a diferencia de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere un consumo máximo de entre 20 y 24 gramos de alcohol.

RIESGOS DEL CONSUMO ELEVADO

Los riesgos de exceder el límite adecuado de consumo diario de cerveza son variados. En primer lugar, existe un riesgo relacionado con el aumento de peso, ya que además de las calorías, la cerveza puede aumentar el apetito. Superar el límite también puede llevar a problemas hepáticos y digestivos, incluyendo úlceras y efectos diuréticos.

El consumo diario de cerveza se asocia también, según expertos, con problemas de sueño, afectando tanto la cantidad como la calidad del descanso y afectando el desarrollo normal de las actividades diarias debido al cansancio.

Finalmente, estudios indican que el consumo diario de cerveza está vinculado con problemas mentales y emocionales, incluyendo depresión y ansiedad, que pueden derivarse de un consumo descontrolado afectando el estado de ánimo y la salud mental.