Los hechos tuvieron lugar a media tarde y en plena vía pública del centro de la capital aragonesa. Las patrullas de Policía Nacional atendían la llamada de un hombre que solicitaba su presencia en la calle Asalto.

La llamada la hizo un camarero del bar ‘La Tostería’, quien explicaba que acababa de ser agredido un cliente. Según fuentes consultadas por HOY ARAGÓN, la víctima fue golpeada en plena cara tras una fuerte discusión con otro cliente del bar.

Según estos mismos testimonios, un hombre estaba increpando desde la terraza a las personas que paseaban por la calle y a otros clientes del establecimiento y la víctima se lo recriminó.

El hombre seguía incomodando a los presentes y se dirigió a que la a postre iba a ser su víctima diciéndole: «Tú qué me vas a decir, panchito de mierda. Estoy en Zaragoza«. Debido a su gran estado de agitación fue cuando dejó de recriminarle los hechos y le dijo que iba a llamar directamente a la policía.

Ese fue precisamente el momento en el que agarró la jarra de cerveza que estaba consumiendo y la impactó en el lado izquierdo de la cara del otro cliente del bar, produciéndole heridas de gravedad. El resto de los asistentes y testigos presenciales de los hechos, además de avisar a la policía, llamaron a una ambulancia para que la víctima, que tenía parte de la oreja colgando, fuese trasladada a un centro hospitalario de manera inmediata.

La víctima presentaba una herida abierta sangrante en la oreja izquierda y le falta un trozo de la misma. Tras la agresión, otros clientes del bar intentaron retener al agresor mientras llegaban los agentes de policía.

Éstos, tras escuchar las declaraciones de víctima, agresor y testigos acaban deteniendo al hombre como presunto autor de un delito de lesiones, momento en el que intenta agredir también a los policías.

Tras ser reducido y una vez dentro del vehículo policial, comenzó a golpear las ventanillas del vehículo policial con las piernas y la mampara con la cabeza, así como a amenazar a los agentes continuamente con expresiones como «sois unos h.de p., os vais a enterar y os voy a matar».

Al llevarle al calabozo escupió a otro de los agentes llegando mancharle de sangre el brazo y de fluidos corporales. Asimismo, mientras se tramitaban las diligencias, el detenido golpeó la puerta de la sala que precede el calabozo con violencia negándose a entrar en él.

2 AÑOS DE PRISIÓN Y 3.500 EUROS DE MULTA

La víctima denunció los hechos ante la policía pero no hizo falta que se celebrase un juicio ya que previamente se llegó a una conformidad entre las partes. Los abogados del caso, Carmen Sánchez, y Luis Ángel Marcén, han llegado a un acuerdo para compensar a la víctima por las heridas causadas pagando la cantidad de 2.400 euros.

El agresor ha quedado en libertad con cargos y se enfrenta también a dos años de prisión por las lesiones y a una indemnización a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por enfrentarse y agredir a los policías que fueron a detenerle de 900 euros.