La trágica incertidumbre que envolvía la desaparición de Rosa María Giménez Wangtiang ha llegado a su desgarrador final, cuando un trabajador del cementerio de Torrero hizo un descubrimiento desgarrador: el cuerpo sin vida de la anciana de 84 años que era buscada por el Grupo de Desaparecidos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón desde el primer día de Año Nuevo.

La sala de emergencias del 091 recibió la llamada del empleado a las 08:00 horas de la mañana, comunicando el hallazgo del cadáver.

Entre las pertenencias de la finada se encontró un documento con sus datos de filiación, lo que confirmó la identidad de la persona desaparecida y brindó un amargo cierre a la angustiante espera de su familia.

El cadáver de Rosa María Giménez Wangtiang ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) para la realización de la autopsia.

Aunque aún se espera el informe forense oficial para determinar la causa exacta de su fallecimiento, las primeras investigaciones no sugieren que se trate de una muerte violenta.

La historia de Rosa María había generado una intensa movilización desde su desaparición el 31 de diciembre.

Solo dos días después, la asociación SOS Desaparecidos activó la alerta para localizarla, desatando una búsqueda frenética que ha mantenido a su familia y a las autoridades en vilo durante meses.