Pocas veces he sentido una sinceridad y humildad en una persona con un gran bagaje profesional y personal como la que percibí con Juan José Mateos. Hoy viene a Zaragoza a firmar un libro autobiográfico que está batiendo récords de ventas.

‘Pikoletos’ es la historia de la lucha de la Guardia Civil contra ETA en el País Vasco, su historia. Juanjo, como le gusta que le llame, también es víctima del terror de ETA. Con apenas 22 años sufrió un atentado en el aeropuerto de Tarragona, recién ingresado en la Benemérita. Fue en 1996 y un total de 33 personas resultaron heridas.

Luego, lejos de huir del terror, acabó recalando en Euskadi. Allí es donde vive ahora. Se casó con una vasca y tiene dos hijos que hablan euskera a la perfección. «La lengua hay que protegerla, no imponerla», me cuenta.

Lo que ha visto Juanjo y, sobre todo, lo que sabe no alcanza al conocimiento de ningún periodista que no le conozca y quiera entrevistarle. Hablamos de ETA, de los años duros, de un miedo y un silencio que, según dice, a día de hoy, sigue existiendo. «260 agentes muertos, 21 hijos de guardias que han perdido la vida, multitud de viudas con las que sigo en contacto… La sensación es que hemos perdido, pero hemos conseguido que ETA se haya replegado», relata.

Porque este ex GAR, Grupos de Operaciones Especiales de la Guardia Civil, la unidad que marcó un antes y un después en la lucha contra ETA, sigue pensando que ETA está viva. «Su rama política está ahí y ahora se están aprovechando de todos los ‘regalos’ que les están dando y les van a dar», asegura. Añade que Arnaldo Otegui no se presentó a Lehendakari porque la Guardia Civil hizo pública información del dirigente abertzale con un «oscuro pasado».

Volviendo al miedo y al silencio en el País Vasco, algo que algunos creen superado, Juanjo me da un baño de realidad. «Un etarra me dijo una vez que ETA estaba formada por listos y por tontos con cojones, y hoy en día todavía queda un grupo reducido de radicales pero es más difícil matar y no interesa», explica.

«A ETA LA DERROTÓ LA GUARDIA CIVIL»

Añade que todavía hay quien escribe ‘Gora ETA’ – Viva ETA-, en las paredes de pueblos vascos, pintadas que luego las autoridades se apresuran a borrar. «Un profesor de Deusto amigo mío hizo un estudio con alumnos. La pregunta era: ¿legitimaríais el hecho de volver a empuñar un arma por algún motivo? Y una gran mayoría dijeron que sí, algo que no pasa en otros puntos del país«, se sincera.

Asegura que los libros en las ikastolas sesgan la historia olvidándose de lo que ha hecho ETA. ¿Pero no hubo un antes y un después con el asesinato de Miguel Ángel Blanco? Le pregunto. «ETA mató a más de setenta personas desde entonces y hasta que anunció su disolución», me responde.

Si hay algo a lo que contesta inequívocamente durante la entrevista y en varias ocasiones es el motivo del fin del legado de sangre de la banda terrorista. «A ETA no la derrotó la política, es más, hubo gobiernos españoles que en momentos la auspiciaron. A ETA la derrotó la Guardia Civil. Quiero que tengas algo claro, la Guardia Civil solo obedece al Duque de Ahumada», sentencia.