Aragón se está posicionando firmemente en el mapa global como un núcleo estratégico de inversión, especialmente para el sector tecnológico. La llegada de gigantes como Amazon Web Services (AWS), Microsoft o Meta ha marcado un antes y un después en la comunidad, proyectando una expansión significativa de la inteligencia artificial y los centros de datos.

La inversión prometida por estas compañías, que supera los 4.000 millones de euros solo en el mercado de los datacenters, es una muestra palpable de la confianza depositada en Aragón como un enclave estratégico para el desarrollo tecnológico y económico. Otro tanto va a llegar por parte de Inditex, con la apuesta de su segundo ‘hub’ internacional en el polígono de Malpica: 1.000 millones de euros de inversión.

Y la pregunta es: ¿qué hace a Aragón tan atractivo para estas inversiones de calibre internacional? Su ubicación geográfica es indudablemente un factor clave, posicionándose como un punto neurálgico entre Madrid y Barcelona y ofreciendo una alternativa atractiva a la concentración económica de estas ciudades. De hecho, el tránsito del principal cable de fibra óptica que une Madrid con Barcelona atraviesa Aragón, por lo que proporciona una conectividad sobresaliente que garantiza una comunicación fluida y eficiente.

Además, Aragón ofrece amplias extensiones de terreno que satisfacen con creces los requisitos específicos para la instalación de centros de datos, incluyendo aspectos tan críticos como la seguridad sísmica. Estas áreas, disponibles en magnitudes significativas, presentan una ventaja competitiva para la zona, facilitando la implantación de infraestructuras tecnológicas avanzadas que demandan espacio y una localización segura para su desarrollo y operación eficiente.

Pero no solo la geografía y la infraestructura juegan a favor de Aragón. La comunidad ha demostrado tener una visión de futuro, apostando fuertemente por las energías renovables, lo cual es crucial en un sector de alto consumo energético como el de los data centers. La colaboración entre la administración y las empresas, facilitada por instrumentos como el PIGA o las declaraciones de interés autonómico, ha probado ser un factor decisivo para agilizar y apoyar estos proyectos de gran envergadura.

El impacto de estas inversiones trasciende lo puramente económico. La presencia de AWS y Microsoft, junto a la expansión prevista de Meta, transformará a Aragón en un polo de atracción para talentos especializados en tecnología y sostenibilidad. Por todo ello, estamos ante una oportunidad única de redefinir el tejido empresarial y laboral aragonés, posicionando a la comunidad no solo como un centro logístico de referencia, sino como un hub de innovación tecnológica y sostenible. Lo que viene a insistir el presidente Azcón en cada foro que tiene ocasión: Aragón tiene que ser la Virginia europea.

La inversión de gigantes tecnológicos en Aragón no es casualidad; es el resultado de una serie de factores estratégicos que la comunidad ha sabido cultivar y promover. La historia de éxito de Inditex en Aragón, que prepara la construcción de su segundo centro de distribución global en el entorno de Zaragoza, es un claro precedente de lo que el futuro puede deparar.

Este tipo de proyectos no solo consolidan a Aragón como un centro logístico de primer orden, sino que también refuerzan su imagen como un actor clave en el panorama tecnológico y sostenible global. Sólo queda seguir manteniendo el ritmo… y siendo una comunidad business friendly para el sector tech y data.